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Washington, E.U., a 14 de noviembre de 2014.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha anunciado que usará todo los poderes que le confiere el cargo para aprobar una reforma migratoria en la que cambiaría todas las políticas de inmigración que han estado estancadas en la Cámara de Representantes durante todo 2014.
"Dije que si el Congreso fallaba usaría toda la autoridad legal que poseo para intentar que el sistema funcione mejor y eso va a pasar antes de que acabe el año", ha dicho Obama desde Birmania, donde se encuentra para asistir a una cumbre regional, como parte de su gira en Asia.
Trascendió que la nueva política en inmigración tendría tres principales líneas de acción: ordenar a los agentes de inmigración que permitan a los padres con niños que son ciudadanos americanos obtener documentos que les permitirán quedarse en Estados Unidos de forma legal; proteger a los inmigrantes ilegales que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños; y continuar con las deportaciones para aquellos condenados por un crimen.
A decir de varios especialistas, las nuevas medidas propuestas por el mandatario estadounidense podrían beneficiar a 4.5 de los 11 millones de residentes ilegales de estados Unidos.
De ser cierto el anuncio, la acción ejecutiva llegará antes del 3 de enero, fecha en que tomen posesión los integrantes del nuevo Congreso, que, según votaron los estadounidenses en fechas pasadas, será conformado en su mayoría por los republicanos, partido de oposición al de Obama y quienes se oponen a la reforma migratoria.
